Escritura Creativa 150125 – El Rodaje

Taller Ciervo Blanco de ESCRITURA CREATIVA en Madrid:

1 IMAGEN 250 PALABRAS

Taller Escritura Creativa Madrid Ciervo Blanco 150118
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[sections collapse=”always”] [section title=”Objetivo y Funcionamiento” tip=”Abre Para Ver Objetivos y Funcionamiento del Taller”]

El objetivo es escribir un relato original e inédito, de contenido y forma libres, basado en la fotografía presentada. Cada semana se ofrece una imagen distinta como disparador creativo.

El texto debe ser un relato breve de un máximo de 250 palabras. Esto es importante debido al tiempo; los textos que superen las 250 palabras no serán leídos en la sesión, ni podrán ser votados.

Durante las reuniones cada autor lee en voz alta su creación, se comentan las obras y al final del encuentro se vota al mejor texto.

La asistencia es libre y gratuita.

[/section] [section title=”Información sobre evento” tip=”Abre Para Más Información Sobre Fecha, Hora, Lugar y Asistencia”]

Sesión de Escritura Creativa 150125

Cuándo: Domingo 25/01/15 a las 17:00

Dónde: Cicero Canary – C/ Altamirano, 16 – Argüelles, Madrid

Apúntate pulsando “Reservar“:

Plazo de reserva finalizado
[/section][section title=”Lista de Asistentes” tip=”Abre Para Ver la Lista Completa de Asistentes Desde Todos los Sitios”]

Lista de asistentes (incluyendo todas las redes):

Adrián Díaz (CBO)

Cristina (CB)

Gorka González (CB)

Juan (MU)

Juan Claudio Burgos (CB)

Kristina Fernández (CB)

Lara (UO)

Marta P. (CB)

Petra Bueno (CB)

Victoria Herranz (UO)

Araceli (MU)

Azucena (MU)

Francisco Pérez (UO)

José Luis (CB)

José Ramón (UO)

Nacho de La Moneda (CB)

Pepe (MU)

Rocío (CB)

Tomás del Valle (CB)

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[hr] [br]

[success]RELATOS PRESENTADOS [br] Relato Ganador: El Rodaje, por Petra [br] Finalistas: Giselle, por Rocío López / Corazón Atrapado, por Cristina[/success]

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[section title=”El Rodaje” tip=”Abre Para Leer Los Textos De Nuestros Escritores”]

El Rodaje por Petra Bueno

[br]

Avanzo por la Avenida Monumental, esquina con C/ Leticia Ortiz…es de día y hoy no voy enfundada en cuero, ni ofrezco escote joven y barato. Esta vez mis tacones no resuenan sobre los adoquines, voy en zapatillas por petición expresa, la única mierda a agradecer…

Hace mucho calor hoy en Madrid….en cuanto llegue a casa una buena ducha, aunque en realidad lo que necesito lavar es mi cerebro y olvidar lo vivido, abrirme la sesera, restregar con fuerza el interior y arrastrarlo todo junto a la espuma, ver caer las imágenes y palabras de esas horas por el desagüe, engullidas por un agujero negro metálico, para acto seguido, no recordar ni un solo segundo….

Rompo clichés… a mis 20 años, además de puta y actriz porno, soy una vieja prematura, una belleza llena de fealdad, una mujer de escrúpulos inertes que han brotado entre la crueldad, golpeando mi vida de repente.

Ahora lo sé, no debería haber participado en ese rodaje, ni haber aceptado ese dinero, no debería haber ignorado los gritos de esos niños, tan felices al principio con sus pistolas de agua… Incapaz de avanzar me derrumbo sobre una pared cualquiera, me deshago y caigo, las lágrimas explotan en mis ojos… el alma ya lo hizo esta mañana.

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[section title=”War Never Changes” tip=”Abre Para Leer Los Textos De Nuestros Escritores”]

War Never Changes by CantIgnoreMyGirth

[br]

War. War never changes. Since the dawn of the pool, when our ancestors first discovered the awesome power of the squirt gun, water has been spilled in the name of everything: from God to justice to simple, psychotic rage.

In the year 2014, after millennia of armed water conflict, the soggy nature of man could sustain itself no longer. The world was plunged into an abyss of a damp wet environment. But it was not, as some had predicted, the end of the world. Instead, the apocalypse was simply the prologue to another wet chapter of human history. For man had succeeded in soaking the world – but war, war never changes.

In the early days, thousands were spared the horrors of the watercaust by taking refuge in enormous underground shelters, known as pools. But when they emerged, they had only the hell of the waters to greet them – all except those in pool 101. For on that fateful day, when water rained from the sky, the giant steel door of pool 101 slid closed… and never reopened. It was here you were born. It is here you will die. Because, in pool 101: no one ever enters, and no one ever leaves.

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La guerra nunca cambia por CantIgnoreMyGirth

[br]

La guerra. La guerra nunca cambia. Desde el amanecer de la piscina, cuando nuestros ancestros descubrieron por primera vez el maravilloso poder de la pistola de chorros, el agua se ha derramado en nombre de todo: desde Dios hasta la justicia pasando por la simple, psicótica rabia.

En el año 2015, tras milenios de conflicto acuático armado, la naturaleza empapada del Hombre no podía sostenerse más tiempo. El mundo se había zambullido en un abismo de un mojado ambiente húmedo. Pero no era, como algunos habían predicho, el fin del mundo. En cambio, el apocalipsis era simplemente el prólogo a otro capítulo húmedo de la historia de la humanidad. Porque el hombre había triunfado en remojar el mundo; pero la guerra, la guerra nunca cambia.

En los primeros días, millares se habían sobrepuesto a los horrores del aguacausto resguardándose en enormes refugios bajo tierra, conocidos como piscinas. Pero cuando emergieron, sólo encontraron el infierno de las aguas para saludarles; todos menos aquellos en la piscina 101. Porque en aquél fatídico día, cuando el agua llovió del cielo, la gigantesca puerta de la piscina 101 se deslizó hasta cerrarse… y jamás volvió a abrirse. Es aquí donde tú naciste. Y es aquí donde morirás. Porque, en la piscina 101: nunca nadie entra, y nunca nadie sale.

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[section title=”Un chino, un bocata de sardinas y otra loca más” tip=”Abre Para Leer Los Textos De Nuestros Escritores”]

Un chino, un bocata de sardinas y otra loca más por Pepe

[br]

Los teléfonos echaban humo. Miles, millones de mensajes sobrevolaban de acá para allá en alocada estampida, los cielos que tan meritoriamente pintó Velázquez: “La casta nos aplasta. El sábado, todos a Cibeles. Pásalo”.

Me llamo Ignacio, Ignacio Cortez. Setenta y cuatro años. Viudo. Jubilado de Renfe. Tengo hambre, mucha hambre, y la despensa está vacía. En el bote de azúcar quedan dos billetes de veinte euros y hasta el próximo jueves no me ingresan la pensión. Debería vestirme y bajar al chino a comprar lo imprescindible para hoy: una barra de pan de mierda, un yogur y dos latas de sardinas. Hay que joderse…

Que el mundo está loco y no tiene remedio, me lo confirma el hecho de percatarme que el pasillo del chino ­­donde exponen la más cutre selección de juguetería del mundo mundial­­ está abarrotado de jovencitos del más variopinto pelaje. ¿Qué cojones querrán comprar estos perroflautas? ¿Un coche teledirigido para atropellar ancianitas a distancia? Vaya Usted a saber.

En casa, después de zamparme el bocata, me asomo a la ventana a echar un pitillo. Observo como atraviesa la calle, en dirección a la glorieta de Cibeles, una jovencita de muy buen ver. Va ­­Dios sabrá a dónde y porqué­­ pertrechada hasta las orejas con un arsenal de armas de plástico de colores fosforito­chillón. Pienso: “Otra loca más”.

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http://tallerdeletrascasapepe.blogspot.com.es/

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[section title=”Triste y seco por las calles de Madrid” tip=”Abre Para Leer Los Textos De Nuestros Escritores”]

Triste y seco por las calles de Madrid por Gorka González

[br]

Con la cabeza gacha y los ojos tristes arrastro los pies por una calle anónima de Madrid. Bajo un Sol abrasador y un sudor que marca con su goteo el camino recorrido, siento que la vida se me derrumba sin más y se rinde ante la avasalladora fuerza de la rutina madrileña. La gente pasa a mi lado y me marea con su febril inquietud ciudadana. Yo solo tengo ganas de tumbarme en el suelo y dejarme morir, de hambre o deshidratación, de lo primero que se presente. Sé que a nadie le va a importar, que nadie se va a parar. El miedo puede más que la compasión en esta ciudad. Porque la fuerza de la imprevisibilidad convierte a los madrileños en autómatas que no quieren reaccionar ante los estímulos que les ofrece la calle. Solo importa el objetivo, no la vida en sí misma.

Y justo antes de caer levanto la mirada y la veo a ella. La mujer imposiblemente rubia y pálida que avanza por la calle con un arsenal de armas acuáticas como para dar un golpe de estado en cualquier guardería. Y yo me pregunto a dónde irá tan decidida, y me doy cuenta de que avanza hacia la felicidad, y decido seguirla y arriesgar mi condición física y seca solo por el placer de descubrir lo desconocido y conocerla y apostar mi felicidad a ese único número que aleatoriamente la ruleta de la vida hace pasar ante nuestros ojos cansados de sufrir.

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[section title=”Giselle” tip=”Abre Para Leer Los Textos De Nuestros Escritores”]

Giselle por R. López

[br]

Giselle fue mi novia el verano del 2004.
Una rubia con bonitas piernas.
A Giselle no le gustaba mi moto.
Prefería caminar, decía en su torpe español: Yo paquete ¡Nunca!
Me impresionaba lo dulce y cariñosa que podía llegar a ser.
Creía que las alemanas eran cardos borriqueros.
Hasta que conocí a Giselle.
Giselle era joven, muy joven para mí decía, pero noche tras noche
reaparecía en mi puerta.
Hasta aquel día: el cumpleaños de Juan.
Juan era hijo de mi amiga Milagros.
Giselle y Milagros se conocieron una tarde al salir del cine.
Juan cumplía años en agosto, y quedaron para la fiesta.
Milagros le dio dinero para que llevara juguetes, baratitos dijo.
Giselle compró pistolas y ametralladoras de plástico.
Allí iba Giselle corriendo, aquel ferragosto en Madrid.
Milagros preguntó: Esperamos a Luis?
Luis?, que Luis?
Luis Caño tu novio.
Mi novio se llama Antonio Bienvenida.
Pero si ese es un torero, rubita, menuda jeta tiene Luisito!
Era una manía que tenía cuando conocía a una chica, y así se quedó.
Ese fue el último día que vi a Giselle.
No hay 15 de agosto que no me acuerde de ella,
y de lo imbécil que fuí.

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[section title=”Entre Visillos” tip=”Abre Para Leer Los Textos De Nuestros Escritores”]

Entre Visillos por María Jesús Martínez del Campo

[br]

Hacía calor, desde mi balcón se sentía el sopor tórrido de las tardes de verano, cansinas, extenuantes, lánguidas…. Las aburridas horas se acortaban mirando a través de los cristales, a pesar de que siempre fuera el mismo ángulo, la misma perspectiva, donde lo había dejado la tarde anterior, entre mis visillos, amarillentos, por el tiempo y la dejadez, tan viejos como yo, pero tan perennes al paso del tiempo, que parecían que ambos hubiésemos salido del mismo retrato de color sepia.

Mi único refugio era mi pequeño cuarto de estar con mi butaca tapizada de flores y mi cojín almohadillado, que a veces, abrazaba con ternura, como si acariciase de nuevo mi lejana infancia de sueños y recuerdos.

Hoy era miércoles, lo sabía porque iba tachando escrupulosamente cada día que pasaba, – así me había enseñado Elisa, mi nieta, para que no perdiese el sentido del tiempo, que es el mismo que el de la vida,- me dijo una vez que me puse a llorar desconsoladamente por no acordarme de mi nombre….

Hoy la esperaba con anhelo, y con ese deseo de sentirme guapa, me coloque en el cabello una cinta de color azul que anude firmemente a mi cabeza con un lazo, pellizque mis pómulos y pinté mis ajados labios de un color rosado, mientras me miraba al espejo y éste me devolvía la imagen de la mujer que un día  fui…

Hoy, la vi desde mi balcón, íbamos a jugar, como antes, como siempre, entre mis  visillos… .

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[section title=”Anna Collum, arrestada en Madrid” tip=”Abre Para Leer Los Textos De Nuestros Escritores”]

Anna Collum, arrestada en Madrid por Araceli Dominguez

[br]

Anna Collum, la profesora estadounidense de educación infantil que se dio a la fuga la pasada primavera, ha sido encontrada en una céntrica calle de Madrid mostrando signos de perturbación mental.

La educadora que está acusada del secuestro de Richard Donovan, director del centro donde impartía clases en la ciudad de Phoenix, fue encontrada por la policía local portando una mochila con varias armas de juguete prendidas en su exterior y empuñando dos de menor tamaño en sus manos.

Los agentes que procedieron a su arresto, declaran que en el momento del mismo repetía: “son demasiado jóvenes para enfrentarse a la presión del examen, veamos si vosotros podéis enfrentaros al empuje de mi cólera”.

Expertos consultados indican que puede estar refiriéndose al examen que los alumnos de educación infantil de EEUU tienen que realizar para acceder a la oferta de centros educativos. Cuanto más alta la calificación,  mejor es el centro educativo al que pueden optar. Una mala nota aboca al alumno a un futuro incierto y por ello, los padres presionan a las escuelas para que eviten que esto ocurra.

La profesora formaba parte activa de una comisión para la supresión de la prueba. Dicha comisión ha aportado pruebas de trastornos severos de ansiedad en niños de tres a cinco años.

Gracias a la información recabada por la policía durante el arresto, al cierre de esta edición la policía de Phoenix procedía a liberar al director.

Collum se encuentra ya en vías de extradición.

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[section title=”Ojo por ojo y diente por diente” tip=”Abre Para Leer Los Textos De Nuestros Escritores”]

Ojo por ojo y diente por diente por Juan

[br]

La sociedad es injusta, y en especial con nosotras las mujeres. A diario pisotean nuestros derechos burlándose de nuestro esfuerzo. La humanidad poco a poco evoluciona, pero para mí, no lo suficiente. Así que harta de tanto abuso, de tanta tropelía e inmoralidad, decidí poner mi granito de arena para adelantar el cambio a la igualdad. No toleraría ningún improperio, ningún atropello hacía mi persona ejecutado por cualquier desaprensivo macho alfa. El próximo pagaría con creces el despotismo contra nosotras.

Y en unos días llegó el momento de la venganza: Con un físico aún no desarrollado sorprendía su madura altanería y arrogancia. Desde el columpio, meciéndose, con su pistola de agua en la mano me miró. Una mirada sin respeto, humillando claramente mi condición de mujer. Saltaron todas las alarmas y apreté mis músculos esperando su acto imprudente. Se atrevió, su cualidad de hombre le obligó a faltarme al respeto y disparó. Un chorro de agua regó mi cara y mi orgullo. Su padre enseguida le regañó, pero ya era tarde. Necesitaba vengarme. No podía quedar así, otra desprecio no, por favor. Ojo por ojo y diente por diente. Pagaría por todas las ofensas. Calmada, decidida, me atavié con los enseres necesarios y esperé en el tobogán, seguramente volvería en busca de otra mujer a la que denigrar.

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[section title=”La guerra de la alegría” tip=”Abre Para Leer Los Textos De Nuestros Escritores”]

La guerra de la alegría por Marisol Morales

[br]

Soy una madre con 5 hijos así que viendo esta imagen podrán darse cuenta que debo estar preparada para llevar los juguetes a donde lo requiera el caso , ahora mismo voy a parla a llevárselos a mis niños claro que pude haberlos metido en una maleta y no ir por la calle como si estuviera lista para una guerra .

Ahora que lo pienso estoy lista para la guerra de la alegría .

Siiiii ,mis pistolas de agua te hacen aflorar una sonrisa es que sale ese niño que hay dentro de ti y comienza a saltar de felicidad seguro sentiras que puedes comerte el mundo ,esto te permitirá entender que todos los problemas tienen solución,

En estos tiempos que corren donde necesitamos estar positivos y levantar la cabeza , sugiero que al despertarnos estiremos los brazos , abramos las ventanas y dejemos que el viento a favor corra con esa brisa suave pero certera que nos invita a comenzar el Día

Para tí y para Mi

Hoy sin duda será un gran día ” vive el hoy “

el mañana ya llegará

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[section title=”Corazón atracado” tip=”Abre Para Leer Los Textos De Nuestros Escritores”]

Corazón atracado por Kristina FG

[br]

-¿Realmente crees que esto va a funcionar? Le he preguntado por tercera vez y él por tercera vez me ha dicho que sí, que su absurda idea de entrar a cometer un atraco en el banco de la esquina con una mochila cargada de inocentes pistolas de agua va a funcionar.

Habrá gente que se pregunte que me ha llevado a meterme en un lío tan considerable, habida cuenta de que yo soy una mujer corriente que jamás se planteó delinquir.  Es muy sencillo, hace dos meses conocí de una manera casual a Roberto, moreno, metro noventa, con un cuerpo de escándalo y unos ojos como abismos negros en los que yo me perdí sin remisión nada más conocerle.

Hasta ahí nada que objetar, llámalo sexo, llámalo amor, llámalo como quieras pero yo ya no puedo imaginar un minuto de mi vida sin pasarlo junto a ese Adonis caído del cielo, así que cuando me contó sus planes de robo y huída juntos a una isla del Caribe para ser felices y comer perdices yo solo he podido decir que si, por supuesto mi colaboración es imprescindible y el plan es patético, pero yo no puedo resistirme a esos ojos.

Así que ahí me voy cargada de armas de juguete a atracar un banco, mientras, mi amor me despide en la puerta, nos encontraremos allí según el plan. Miro desde la calle hacia la ventana y allí está él, bello, perfecto, hablando por teléfono, pronto estaremos juntos y mi vida será como siempre soñé.

-Hola cielo  soy Roberto, la chica va para allá, ya sabes te espero en la puerta trasera, si, si no te preocupes ella no sabe lo de los explosivos en la mochila, está todo controlado, si es buena gente pero la vida es así, si, del banco al aeropuerto todo controlado, nos vemos ahora amor.

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[section title=”Sálvate! Sí! Puedes” tip=”Abre Para Leer Los Textos De Nuestros Escritores”]

Sálvate! Sí! Puedes por Marta Pato

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Verano 2015. Madrid. España. La tasa de paro es del 24% en número entero gracias a Ana. Las estadísticas apuntan al 2030 para que la situación sea como antes de la crisis. ¿Quién quiere volver al pasado? Ana, no. Está cansada de engordar a base de tele, mientras su sueño se queda en los huesos. ¿Cuál es el precio de la libertad? Para uno que no necesita ser mencionado, 200 mil euros de coworking express. Para Ana, 30 euros, sin comprometer a familiares, ni amigos. Ana baja al chino del magnate Wang Jianlin y compra el kit Sálvate! Sí! Puedes. Lo anuncian en todos los canales de temporada de piscinas. En la única fuente pública con agua, lo abastece de municiones y se dirige al banco, ese que no es de sentarse.

Hace unos días, Ana vió cómo la señora Iglesias depositaba un sobre en ese banco. Había reunido el dinero para levantar el desahucio. El empleado, que trabajaba con normativa de antes de la crisis, agarró, primero el dinero y, segundo, puso a dormir los documentos sobre bandeja. El contenido del sobre era de dudosa legalidad, decía y tendría que esperar para la aprobación.

Ana entró en el banco. Al estilo de película de acción de la Paramount Channel, apuntó al funcionario con el kit Sálvate! Sí! Puedes. Acto seguido un chorro de agua a presión llegó a sus retinas. Con los ojos empapados escuchó:

– Represento a la señora Iglesias.

El empleado limpio como la patena, despertó los documentos con el sello de operación aprobada.

Ahora Ana tiene una agencia de limpieza de estupideces en la ciudad de Madrid. España. Ella y las estadísticas del paro están más delgadas a base de engordar sueños cumplidos.

[br][hr]

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[section title=”Alguien voló sobre el nido del cuco” tip=”Abre Para Leer Los Textos De Nuestros Escritores”]

Alguien voló sobre el nido del cuco por Laura Sánchez

[br]

Todo empezó con aquel extraño juego de pistolas de agua que poco a poco fue ganando más participantes curiosos. El pueblo se tiñó de colores y la algarabía era una fiesta contínua. Los niños parecían salir de debajo de las piedras mientras que el número de adultos,descendía considerablemente.

Tiempo atrás, solo reinaba el tedio y las buenas costumbres que limitan las más profundas y sentidas voluntades internas. Ella,cansada de la rutina,decidió por vez primera participar en la batalla de agua. Observamos como caminaba arrastrando casi los pies,sin apenas levantar la mirada de suelo, rumbo al nuevo horizonte. Nunca más la volvimos a ver igual.Algo ocurría en el interior del bosque cuando el juego comenzaba, que jamás nadie regresaba de la misma forma en la que se despedía.Sólo sabíamos que a las pocas horas,la plaza central se colmaba de niños y niñas que volvían a las mismas casas de las que esos mismos adultos salían poco antes.

Entonces llegó al pueblo un hombre alto y corpulento pero con semblante relajado y risueño.Visitó cada casa para recoger cada pistola de agua. Nunca ningún participante recordó haberle visto.

Sólo experimentamos y experimentaron cómo dentro de sí había una magia e ilusión que colmaba de alegría cada resquicio de vida.En cierta forma se parecían mucho a aquéllos niños que jamás volvimos a ver después de la partida de aquel misterioso extranjero.

Nunca sabremos que aconteció realmente en el bosque. Sin embargo, si gozamos de la libertad que acompaña a la ausencia de miedo cuando todos nos dimos la oportunidad de renacer una vez más a la infancia que siendo adultos,decidimos abandonar,para volver a ser otra vez puros e inocentes como antaño.

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[section title=”La Misión” tip=”Abre Para Leer Los Textos De Nuestros Escritores”]

La misión por Cristina García-Quismondo

[br]

Esta mañana hicimos el traspaso. Llevé al niño a la casa de campo en que Marcos vive con su perfecta nueva esposa. Marcos había salido, así que tuve que hacer el trámite a solas con ella, que me esperaba con una enorme sonrisa. Salí del coche, la saludé con cortesía y le entregué al niño. Me invitó a un café pero yo tenía prisa.

No me sorprendió que fuera una bella mujer. En verdad, ya no me importaba, porque yo, por fin, tenía una misión. No me pareció la típica mujer que regala armas a un niño de diez años, por mucho que sean de agua o de juguete, pero tampoco había que dejarse llevar por las apariencias. Al fin y al cabo, yo tampoco parezco la típica mujer que a veces soy.

Le di un beso a mi hijo y regresé a la ciudad. Era temprano y todavía no habían llegado los niños a la plaza de los columpios. Encendí una hoguera y ahí, una tras otra, fui quemando todas las armas que la mujer perfecta le había ido regalando a mi hijo en el último año. Se generó una humareda negra y desagradable que no me esperaba. Seguí quemando los asquerosos juguetes mientras, poco a poco, se iban acercando unos curiosos que no comprendían la importancia de mis actos. Antes del medio día, ya había cumplido mi misión y descansaba, relajada, en la celda de la comisaría.

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[section title=”¿Qué hacer con el calor?” tip=”Abre Para Leer Los Textos De Nuestros Escritores”]

¿Qué hacer con el calor? por Pedro Rizaldos

[br]

El verano era acuciante, la ola de calor no pasaba. Irene, por poca ropa que se pusiera estaba agobiada por el calor seco de la ciudad. Esta rubia alemán que vino de Erasmus a Valladolid, se encontraba atrapada presentado su tesis de final de universidad.

Acostumbrada a lo nublado, fríos y lluviosos días de su Hamburgo natal, la alegría de llegar a este país mediterráneo estuvo presente la mayor parte del tiempo, hasta que el sol y el calor se convirtieron en rutina. Las abrasadora y continuas altas temperaturas le secaron hasta las ideas.

Así pues decidida a emprender un cambio en su vida, se armó con los juguetes que andaban por su piso compartido de la Uni: mochila, pistolas y bumpers de agua, todas las que pudo y puso rumbo hacia el centro… Cargaría de munición en la fuente de Isadora y repartiría, alegría y buen humor a cualquiera que la mirase. Estaba dispuesta a participar de la vida loca y rellenar una y otra vez de agua sus powers-jets.

En la fuente de la plaza de Isadora la esperaban otros tantos Erasmus convocados por Tweeter y Facebook que hacia un alto en su rutina. Unos en camiseta y shorts, otros en bañador, o con algún disfraz improvisado; con chanclas o sandalias, con gafas de nadar o bucear, comenzaron a disparar chorros a diestro y sinestro.

Música de baile, gente en patines, curiosos en los balcones, despistados transeúntes y vehementes participantes, danzan e intercambian risas y chorros de agua, exclamaciones jocosas, refrescando el mediodía de esta castellana ciudad.

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[section title=”El Pacto” tip=”Abre Para Leer Los Textos De Nuestros Escritores”]

El Pacto por Adrián Díaz

[br]

Ignacio Jenusa siempre se había sentido un fracasado. Por dentro, carcomiéndole, la idea de que jamás triunfaría como vendedor. Su padre había sido vendedor, y su abuelo antes que él. Y el padre de su abuelo. Todos ellos grandes comerciales capaces de generar suntuosas sumas de dinero desde su tienda familiar: un bazar.

Cuando Ignacio heredó el negocio las ventas empezaron a caer. Es que los tiempos cambian, se excusaba, y ya nadie compra en bazares. Y luego, cuando dejaron de cuadrarle las cuentas y se planteaba cerrar la tienda, se decía a sí mismo y a los demás: “Es la crisis. Es por la crisis, que nadie compra nada”.

Pero él sabía la verdad. Siempre la había sabido. Desde niño, cuando no era capaz ni de encasquetar un mal cromo y perdía en todas las negociaciones sobre canicas y peonzas. Y de mayor, en el bazar, cuando en lugar de vender perdía dinero. No era buen comercial.

Y pensaba solucionarlo. No permitiría que su familia pasara hambre por su culpa. Sus hijos se merecían un buen colegio, una buena vida. Y el sueldo de Greta no llegaba para cubrir gastos. No podían seguir así.

Por eso contactó con el diablo. Por eso firmó aquel pacto con su sangre. Por eso vendió su alma gritando “¡Quiero saber vender!”.

Al día siguiente se despertó mareado. Abrió la tienda como de costumbre. La primera clienta del día fue una guiri con pantalones cortos preguntando si tenía una pistola de agua pequeña.

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[warning]Siempre puedes escribir tu relato y enviárnoslo, aunque no estuvieses en la sesión, para que sea leído e incluido en el libro recopilatorio: contacta.[/warning]

[br]

 

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[section title=”Me hace falta la firma” tip=”Abre Para Leer Los Textos De Nuestros Escritores”]

Me hace falta la firma por Adrián Díaz

[br]

La oía gritar desde el piso de arriba. No sé por qué. Parecía que estaba jugando al escondite.

Y me estaba haciendo perder el tiempo, con todos los hogares que tenía yo que visitar aquel día. ¿Y por qué no dejaba de gritar?

En mis siete años como repartidora de FEDEX, nunca abrir un paquete cortando el embalaje había causado este revuelo. Y me hace falta la firma, ¿por qué se esconde esta chica?

Uy, se acercan una sirenas, espero que no me multen la furgoneta mal aparcada.

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[section title=”Alter-ego” tip=”Abre Para Leer Los Textos De Nuestros Escritores”] Alter-ego por Marta Pato
[br] Miles de ideas se aglutinaban en su mente. Tantas que era incapaz de ordenarlas una a una. Se pintó los ojos con las cenizas del fuego de la soledad de la noche anterior y se dispuso a escuchar a su temido alter-ego. Había sufrido tanto! Fue una relación devastadora. Tras cinco años sin verse, hoy quedaría con él. Lo que en realidad quería era acuchicarlo con las palabras de su ira.
[br][hr]

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[section title=”50.000″ tip=”Abre Para Leer Los Textos De Nuestros Escritores”]

50.000 por Petra Bueno

[br]

Fue la única vez que participamos. “Your image about Halloween” se titulaba el concurso. Todo un acontecimiento fotográfico en América, y van dos gaditanas de Master en N. York y nos llevamos el primer premio! Toma ya! $50.000 by the face! Cinco años después me sigue encantando enseñar esta foto” Decía Leticia mientras volvía a ponerla sobre el corcho de su habitación.

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[section title=”Aterradora” tip=”Abre Para Leer Los Textos De Nuestros Escritores”]

Aterradora por Rocío López de Diego

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“Aterradora”

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[section title=”Si vas a hacerlo, hazlo bien” tip=”Abre Para Leer Los Textos De Nuestros Escritores”]

Si vas a hacerlo, hazlo bien por Araceli Domínguez 

[br]

Piénsalo, ¡nos va a salir baratísimo!

Lo podemos hacer en mi casa. Le digo a producción que manden cámara, iluminación y maquillaje, y ya.

No hace falta ni contratar actrices, conozco a dos danesas, amigas de mi hija, que nos vienen que ni pintadas.

Y ya me encargo yo de convencer al cliente. Que tiene unas ideas muy conservadoras, ¡hombre!, eso de hacer el spot de su nueva gama de cuchillos presentando gente feliz cortando alimentos está muy visto.

También tengo la frase para la voz en off: si vas a hacerlo, hazlo bien.

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[section title=”La traición” tip=”Abre Para Leer Los Textos De Nuestros Escritores”]

La traición por Marisol Morales

[br]

Después de encontrar esa nota , revisar el wssap del de su esposo se dio cuenta que su querida prima aquella que había dado asilo en su casa

Esa a quién ella quería mucho, le estaba engañando con su marido Hubo un minuto de silencio en el que Rossana miro al cielo y se dejo caer al suelo conteniendo las lágrimas no paso mucho tiempo cuando se limpió la cara y se fue corriendo a la cocina, allí estaba Beatriz disfrutando de un rico café que todavía desprendía ese aroma de recién colado , en segundos la taza rodó por el suelo ,Beatriz al verse descubierta por su prima hecho a correr , su prima que ya estaba ciega de la rabia y la desilusión agarro un cuchillo corrió tras ella y al no verla se dejo caer de rodillas ,el cuchillo al igual que sus lágrimas rodaron por toda la habitación ,mientras su prima se quería meter entre la madera de la puerta y la cerradura sin duda quería desaparecer

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[section title=”Infidelidad” tip=”Abre Para Leer Los Textos De Nuestros Escritores”]

Infidelidad por Raúl Partida Castañar

[br]

Que extraño. Estoy conteniendo hasta mis más pequeños ruidos corporales sin esfuerzo aparente. Huelo la hoja de un cuchillo…sé que existe, sé que existe aunque no pueda verlo.

Es el metal que separa la carne de los sentimientos y justifica los pensamientos no contenidos a punto de eclosionar después de una traición.

El aire está seco, demasiado seco en mi garganta, está esperando absorver los efluvios de la sangre y las vísceras.

Escalofrío silencioso.

Soy mucho mayor que ella y sin embargo, así, separadas por una hoja de madera siento la inexistencia de ventajas o diferencias fruto de estereotipos sociales que creamos indiscriminadamente. Volvemos así a la amígdala que nos iguala…somos la victima y la presa.

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[section title=”La mano que mece el cuchillo” tip=”Abre Para Leer Los Textos De Nuestros Escritores”]

La mano que mece el cuchillo por Pepe

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Somos un grupo de amigas que todos los sábados nos reunimos a cenar en casa de Eva.

Llevamos litronas, calimocho, vodka y otras cosas que -de momento- prefiero no contar. Susana encarga cuatro extragrandes de jamón y queso al Telepizza. Las pagamos a escote.

Cuando acabamos con las pizzas y la priva, empezamos con cosas muchísimo más potentes. Hoy, Elvirita sugirió jugar con una ‘ouija’. Maldita sea la hora: perdimos el control y comenzaron a desencadenarse los acontecimientos que todos Ustedes ya conocen bien por los noticiarios.

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http://tallerdeletrascasapepe.blogspot.com.es/

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[section title=”Detrás de la puerta, el miedo acecha” tip=”Abre Para Leer Los Textos De Nuestros Escritores”]

Detrás de la puerta, el miedo acecha por Victoria

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Me pregunto con temor que es lo que hace Sara ¡ha perdido el juicio! lo que es peor, la transformación de Sara diabólica me asusta, estoy aterrada. Antes de saber que va a ocurrir me anticipo siento el dolor del cuchillo ya traspasándome, ya muerta, ya desaparecida.

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[warning]Siempre puedes escribir tu relato y enviárnoslo, aunque no estuvieses en la sesión, para que sea leído e incluido en el libro recopilatorio: contacta.[/warning]

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Marisol Morales
Marisol Morales
9 years hace

Buenos Días
Quisiera sabor donde puedo enviar el relato qie me inspiro la foto , ya que no puedo asistir por ahora al encuentro del domingo y me gustaría lo tomaran en cuenta si os gusta para el libro muchas gracias y un saludo cordial

Ciervo Blanco
Admin
9 years hace

Lo puedes poner aquí mismo, en un comentario, o en la dirección y/o formulario de la sección de “contacto” en el área de miembros. Gracias!

gorkaeriol
gorkaeriol
9 years hace

Hola a todos, soy nuevo en esto y tengo un par de preguntas. La quedada del sábado es a las 17:00 o a las 18:00. ¿El texto hay que enviarlo antes por correo o se puede llevar en directo? Gracias, un saludo.

Ciervo Blanco
Admin
9 years hace
Reply to  gorkaeriol

Hola! Esta sesión de escritura es el domingo a las 17:00
Las otras reuniones tienen la hora y lugar también en los datos.
Cuanto antes tengamos los textos para poder colgarlos, mejor, pero puedes enviarlos cuando quieras.
Un saludo.

gorkaeriol
gorkaeriol
9 years hace
Reply to  Ciervo Blanco

No sé si me dará tiempo al salir del trabajo. Si acaso me podría incorporar más tarde. ¿Es necesario estar desde el principio?

Ciervo Blanco
Admin
9 years hace
Reply to  gorkaeriol

No hace falta, aunque si no escuchas los primeros relatos no podrás opinar sobre ellos ni votar.

Ciervo Blanco
Admin
9 years hace

Hola!
1.- Es IMPRESCINDIBLE traer el texto escrito basado en la imagen con un máximo de 250 palabras para poder acudir y participar.
2.- Traed PAPEL Y BOLI porque tomaremos notas sobre los otros relatos.
3.- Recordad que para que sean publicados en la web e incluidos en el futuro libro recopilatorio, debéis enviarme los textos (al correo o apartado de “contacto”).
4.- Para imprevistos: +34 668853320
Nos vemos!

Pepe
Pepe
9 years hace

Con esa imagen en la retina …. me ha quedado un texto humorístico: Mola.
Nos vemos, Dios mediante.

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